jueves, 30 de abril de 2015
"CURSO DE EXPERTO EN CALIDAD DE SERVICIOS Y ATENCIÓN AL CLIENTE: EL CUIDADO DE LOS CLIENTES EXISTENTES"
Tradicionalmente
las empresas han destinado sus recursos a atraer nuevos clientes,
responsabilidad que recaía principalmente sobre la fuerza de ventas, apoyada
por la publicidad. Sin embargo, hoy, el principal objetivo es mantener al/a la
cliente, crear un vínculo que permita a la compañía mantener una relación
permanente con él/ella. Aunque esto no es sólo una responsabilidad del
departamento de Marketing, sino de todos aquellos que de alguna manera están
relacionados con los/las clientes. Así, una de las principales tareas de dicho
departamento es lograr que el resto de la empresa esté orientada al/a la
cliente. Es decir, establecer la cultura de buen servicio al/a la cliente
interno para mejorar la calidad del servicio en general.
Se
estima que puede costar hasta cinco veces más conseguir un/a cliente nuevo/a
que obtener negocios repetidos de uno ya existente. En industrias en las
que el valor del producto o del servicio es alto y la frecuencia de compra es
baja, el coste relativo entre hacer negocios con clientes nuevos o con los
existentes puede ser cerca de diez a quince veces mayor. Por ejemplo, algunas
investigaciones en la industria del automóvil han demostrado que puede costar
hasta diecisiete veces más atraer nuevos clientes que conservar los ya
existentes.
Por
lo tanto, vale la pena pensar que nuestro negocio se preocupa de desarrollar
relaciones en lugar de simples transacciones de ventas.
La
construcción de una relación en la que se basa la lealtad del/la cliente debe
pasar por un número de etapas:
Presunto – Cliente –
Partidario – Habitual -- Defensor
En
las dos primeras la máxima preocupación de la organización es pescar clientes.
En
las otras tres la principal preocupación de la organización es conservar a los
clientes, desarrollando con ellos una relación de mejora constante.
La cadena
de lealtad se inicia con unos presuntos clientes que, se supone, fueron
bien elegidos. El/la vendedor/a convierte al presunto en un/a cliente, que
puede que llegue a ser considerado como un/a cliente habitual a medida que va
realizando compras repetidas. A veces es tal la relación que incluso cuando
el/la cliente se ve presionado por
la competencia seguirá apoyando a nuestra empresa, convirtiéndose en un
partidario. El destino final de la relación es alcanzar una fase en que el/la
cliente se convierta en un/a defensor/a de nuestro producto o servicio. A este
nivel nos recomendará sin que se lo pidamos, y de hecho se habrá convertido en
un valioso activo de ventas.
A
fin de desarrollar esta clase de cadena, es esencial que el resultado final, la
lealtad del/la cliente, se tenga en cuenta desde el principio, por lo que no
hay lugar ahí para el personal de ventas que utiliza tácticas de engaño o de
presión para “ganar” clientes. Aunque pueden alcanzar sus objetivos de venta a
corto plazo, en realidad están socavando cualquier posibilidad respecto a lo
que la empresa podría alcanzar en rentabilidad a largo plazo.
El éxito de
la empresa en la construcción de relaciones puede ser monitorizado evaluando la
tasa de conversión en cada fase de la cadena. De esta forma podemos construir
una pirámide de conversión.
No todos los presuntos se convertirán en clientes, ni todos/as
los/las clientes en consumidores habituales, y así sucesivamente, por lo que
habrá una tasa de “abandonos” en cada etapa de la cadena de lealtad del/la
cliente.
La Fidelización de
Clientes genera Beneficios para la empresa
·
Los/las clientes leales generan más ingresos por más años.
·
El coste de mantener los/las clientes actuales es frecuentemente
más bajo que el adquirir nuevos clientes.
·
El/la cliente leal tenderá a comprar el producto en nuestra
empresa. Su lealtad aumentará en la medida en que se mejora nuestra gestión de
fidelizarlo/a.
·
La frecuencia de compra es mayor que la de un/a cliente
esporádico/a.
·
El/la cliente fiel será más proclive a la adquisición de nuevos
productos desarrollados por la empresa. Con clientes fieles no resulta tan
difícil introducir nuevos productos o mejoras en los servicios de la empresa.
·
El/la cliente fiel y, por tanto, satisfecho/a, es la mejor fuente
de comunicación para la empresa: mucho más creíble y barata que la publicidad
en medios masivos. La comunicación boca-oído es altamente eficaz. Este factor
ayuda a reducir considerablemente los costes de marketing de la empresa. Por
contra, induce a que los gastos de marketing de la competencia deban ser
mayores para poder contrarrestar los efectos de la fidelidad.
·
A medida que una empresa fideliza a sus clientes y les aporta
ventajas sostenibles está, al tiempo, generando barreras protectoras respecto a
sus competidores.
·
Atender a un/a cliente fiel supone un ahorro de costes para la
empresa, porque en la medida en que se conocen mejor sus deseos, cuesta menos
atenderle/a bien.
·
Atender a un/a cliente fiel genera mayor satisfacción y
rendimiento en los empleados. Resulta más estimulante para los colaboradores
volcarse en los/las clientes fieles que en los/las esporádicos/as. Al hacerlo
incrementan la productividad y la eficiencia.
·
Los/las clientes fieles son menos sensibles a los precios,
asimilan mejor los precios elevados, porque también sienten que perciben
valores adicionales en los servicios y en las personas que los prestan.
·
Los/las clientes “de toda la vida” son la mejor fuente de ideas
para nuevos productos y para la mejora de los servicios ofrecidos. No tan sólo
aportan ideas para la innovación, sino que facilitan la introducción en el
mercado de los nuevos productos y servicios.
“EL PLAN DE MARKETING (ETAPA 2: ANÁLISIS ESTRATÉGICO DE LA SITUACIÓN) 4/12”
ETAPA 2b: DETERMINACIÓN DE LAS FUENTES DE INFORMACIÓN.
Una vez identificada las variables de interés, es preciso
determinar dónde podemos obtener información sobre las mismas. En la mayoría de
las situaciones es necesario utilizar diversas fuentes de información. Las
opciones habituales son las siguientes:
1. Fuentes secundarias. Mucha información de interés suele
estar recogida en estadísticas y bases de datos oficiales, en estudios previos
o en fuentes sindicadas.
2. Fuentes primarias. La información sobre otras variables,
sin embargo, no está disponible y debe ser generada a medida. Las opciones son:
- Dinámicas de grupo con expertos y entrevistas en
profundidad. Permitirá conocer información cualitativa muy relevante para
realizar un diagnóstico DAFO y perfilar mejor algunas de las variables
anteriores para ser incluidas posteriormente en un cuestionario que genere
información cuantitativa.
- Encuestas. Según los casos se dirigirán a empresarios y/o
a consumidores.
- Observación de aspectos relevantes para la investigación.
Por ejemplo, a través de la visita a la fábrica de la empresa.
ETAPA 2c: DISEÑO DEL PROCESO DE OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN
PRIMARIA.
Una vez que sabemos qué queremos medir y el método que se va
a utilizar, es necesario plantearse cómo se va a preguntar (o a extraer) la
información que necesitamos. Como se ha indicado anteriormente, si preguntamos
de forma inadecuada, los resultados pueden ser parciales, incorrectos o
difíciles de tratar estadísticamente. A continuación indicamos las principales
cuestiones a decidir:
• En el diseño de las dinámicas de grupo y entrevistas en
profundidad.
1.- Selección de la
muestra (expertos o entrevistados).
2.- Determinación del lugar de realización y de los medios
materiales necesarios (grabadoras, cámaras de video, etc.).
3.- Selección del
moderador /entrevistador.
4.- Elaboración del
guión de la dinámica/entrevista.
• En el diseño de la investigación por encuesta:
1.- Definición de la población objetivo.
2.- Determinación del
tipo de encuesta: personal, postal o telefónica.
3.- Plan de muestreo: tamaño y selección de la muestra.
4.- Diseño del
cuestionario y elección de las escalas de medida de las variables.
miércoles, 29 de abril de 2015
"CURSO DE EXPERTO EN CALIDAD DE SERVICIOS Y ATENCIÓN AL CLIENTE:LO QUE SIGNIFICA EN LA PRÁCTICA EL SERVICIO AL CLIENTE"
Ninguna
empresa puede decir que está “enfocada al/a la cliente” o “dirigida
por el/la cliente”, hasta que cada función y departamento dentro de la
organización crea, genuinamente, que los/las clientes son importantes.
Si
paramos al azar a media docena de personas en la calle y le pedimos que nos
definan el Servicio al/a la cliente, probablemente obtendremos seis respuestas
diferentes. El Servicio al/a la cliente puede representar cosas diferentes para
distintos tipos de persona, según cuáles sean sus circunstancias.
Así
pues, ¿Qué es el Servicio al/a la cliente y por qué es importante?
Al
igual que sucede con el precio, el producto, la promoción o el lugar, el
servicio al/a la cliente, por sí sólo, no conseguirá nada. Se trata
sencillamente de otra pieza del rompecabezas que la empresa ha de colocar en su
lugar. En este sentido no es más ni menos importante que cualquiera de las
demás piezas.
Dicho
lo cual, es conveniente dar un breve repaso a algunos conceptos que se
encuadran dentro del Marketing, ya que esto nos permitirá encontrar una buena
perspectiva del servicio al/a la cliente.
El
Marketing es una filosofía, una orientación de la empresa basada en el hecho de
que es el mercado su punto de referencia fundamental, el que orienta toda su
actuación. Se define como el proceso de gestión, responsable de identificar,
anticipar y satisfacer las necesidades del/la consumidor/a de forma rentable.
Uno
de sus máximos exponentes es lo que se denomina el Marketing Mix. En
esencia, es la receta que permite a la empresa llegar hasta sus clientes y
construir un negocio con éxito. Es la unión flexible que tiene por objeto
llevar el producto o servicio correcto hasta el lugar correcto, de la forma en
que se solicita, y con el precio correcto.
La mezcla
de las cuatro “P”, PRODUCTO/SERVICIO, PRECIO, PROMOCIÓN
y LUGAR (place en inglés), para cada segmento de mercado o
grupo de clientes debería representar la mejor estrategia con el fin de
conseguir satisfacer las necesidades de éstos y alcanzar los objetivos de la
empresa.
El
concepto de las cuatro “P” a menudo resulta ser demasiado general cuando se
trata de las realidades del Marketing. El motivo es que cada una de las cuatro
“P” puede, a su vez, ser desglosada en un cierto número de subactividades, cada
una de las cuales puede ser de más o menos importancia para una empresa en
particular y para sus clientes.
Al tener
esta visión ampliada del Marketing Mix se hace posible examinar las
transacciones del/la cliente con mayor detalle.
Producto/Servicio
|
Promoción
|
Precio
|
Lugar
|
Diseño
Calidad
Embalaje
Gama
Características
Ventajas
Marcas
Garantías
|
Anuncios
Venta personal
Promociones de venta
Publicidad
Televentas
Correo directo
Catálogos
|
Descuentos
Líneas de financiación
Plazos
Comisiones
Cargo directo
|
Emplazamiento
Entrega
Transporte
Existencias
Velocidad de pedido
|
El Producto /
Servicio
En
un/a cliente que desea comprar un producto o servicio siempre existen
necesidades explícitas y necesidades implícitas.
Pongamos
como ejemplo un/a cliente que quiere comprar un coche. Puede que tenga algunas
exigencias explícitas como el tamaño, precio y color. Sin embargo, siempre
existirán algunas necesidades implícitas que influirán en la elección del/la
cliente. Éstas pueden incluir factores como el diseño, el confort, la
seguridad, la economía de uso, la
facilidad de mantenimiento, etc. Por lo tanto, el/la cliente compra todo un
paquete de producto constituido por el propio automóvil y un número determinado
de artículos que completan el producto principal, algunos de los cuales pueden
ser intangibles.
El paquete
de producto/servicio puede ir desde un 100% tangible hasta el 100% intangible.
El Precio
Podríamos
definir el Precio como la cantidad de dinero que el/la cliente nos entrega como
contrapartida del bien recibido.
El
Precio tiene unas connotaciones de calidad y exclusividad. Los productos de
mercado alto a los que se les aplican precios bajos transmiten unos mensajes
confusos a los/las clientes y les hacen ser cautelosos. Por el contrario, los
productos de una patente mala calidad a los que se les pone un precio alto se
limitan, sencillamente, a recoger polvo en las estanterías.
Dentro de
la política de fijación de precios en la empresa juega un papel importantísimo
el servicio al/a la cliente con todas sus connotaciones, ya que la percepción
del/la cliente en este sentido viene dada por la impresión de calidad que se
haya llevado de nuestra empresa en general.
Dentro
de la amplia gama de posibilidades con la que se encuentra el/la cliente a la
hora de comprar un producto, con toda seguridad, habrá casos en los que se le
presentarán los mismos productos a igual precio en distintas empresas. Por lo
tanto, ¿qué hace que el/la cliente se decida por nuestra empresa o por la
competencia? Sin duda, se decantará por el que le parezca más barato.
El
concepto de precio barato, caro o justo no sólo lo marca la cantidad de dinero
fijada, sino la suma de todos los factores de nuestra empresa que tienen
repercusión en el Servicio al/a la cliente.
Analizando
la situación actual del mercado, cada vez más, se igualan productos y precios.
Así pues, es decisión de la empresa el completar el paquete global de
producto/servicio con un servicio excelente al/a la cliente. Esto es lo que
dará más peso a nuestro producto y hará que la balanza caiga sobre éste,
haciendo que el precio no tenga un peso específico, según el punto de vista
del/la cliente.
La Promoción
Nuestra
oferta ha de completarse con otras actividades orientadas a la información a
los consumidores, a incitarlos a la compra, a persuadirlos de que nuestro
producto es preferible al de la competencia; en definitiva, a captar clientes y
a procurar que los que ya tenemos sigan siendo fieles a nuestra empresa.
El paquete
promocional puede proporcionar una información clara que ayude al comprador
potencial, pero también puede trabajar a un nivel más subjetivo, como la
creación de expectativas o la creación de confianza.
Entre los
elementos más significativos de la Promoción del Marketing Mix, cabe citar los
siguientes:
Publicidad
El mensaje publicitario
Promoción de ventas
Las Relaciones Públicas
La Fuerza de ventas
|
Merchandising
Marketing directo
El Packaging
Publicity
Esponsorizaciones y Patrocinios
|
El Lugar
Este
elemento del Marketing Mix se ocupa de que el producto o servicio esté a la
disposición de los/las clientes cuando y donde ellos prefieren recibirlo. Por
lo tanto, éste área se ocupa principalmente de las existencias y la logística.
Sería
incongruente tener un producto de primera clase mundial, si cuando un/a cliente
lo quisiera no estuviera en existencia. Sin embargo, el sentido común nos dice
que ha de existir un compromiso entre los niveles de stock que la empresa puede
permitirse mantener y las demandas de los/las clientes.
El Servicio al/a la
cliente y el Marketing Mix
Las
empresas de éxito son aquellas que han conseguido tener un Marketing Mix
adecuado para unos grupos concretos de clientes. Además se las arreglan para
seguir haciéndolo de forma continuada a lo largo del tiempo. Un mix de
marketing gestionado astutamente no sólo asegura que la empresa sigue siendo
altamente competitiva, lo que a la larga significa rentable, sino que además se
acerca lo más posible a la satisfacción de las expectativas y necesidades de
los/las clientes.
En este
sentido, siempre que el mix de marketing está mal gestionado, el/la cliente lo
experimenta como un fallo en el servicio, deficiencias que pueden provenir de
mala calidad, entregas tardías, comunicación confusa o cualquier otra cosa. Al igual
que un solo ingrediente que falte en una receta puede hacer que el plato final
cocinado sea incomible, así un elemento por debajo del estándar del marketing
mix adecuado puede perturbar a unos clientes que de otra forma serían unos
clientes potencialmente interesados.
Como
se ha dicho anteriormente, el motivo de que se preste tanta atención al
Servicio al/a la cliente es que en muchos negocios, los productos y los
servicios se han vuelto casi imposibles de distinguir de aquellos con los que
compiten. Además, en los precios es probable que también sean similares y lo
mismo sucede con la promoción y el emplazamiento. Por lo tanto, a fin de
diferenciarse a sí mismas, tenemos que luchar por añadir algo extra a nuestras
transacciones con los/las clientes. Desde el punto de vista del/la cliente,
este ingrediente extra lo podemos definir como el “factor de sentirse bien”.
El factor
de sentirse bien viene generado por tratar al/a la cliente con cortesía y
atentamente en todos los puntos de su contacto con la empresa. Es la sensación
del/la cliente de que es importante y que la persona con la que está tratando
está eliminando todos los obstáculos en su beneficio. Es la cálida sensación
que permanece en el/la cliente y que hace que actúe como un/a vendedor/a en nuestro
beneficio, recomendando a nuestra empresa a sus amigos/as y familiares.
No
es fácil construir una organización que se dedique y se comprometa a hacer que
los/las clientes se “sientan bien”. Con sólo que haya un empleado desabrido,
brusco, seco, antipático, desagradable o arisco ya es suficiente para destruir
todo el esfuerzo y duro trabajo invertido en la empresa.
Funcionar a
este nivel exige aplicación y determinación para colocar al/a la cliente en
primer lugar en las mentes de todo el mundo, desde la sala de juntas hacia
abajo. Por consiguiente, es necesario que le demos un giro a la forma en que
definimos a los cuatro elementos del Marketing Mix.
De las cuatro P a las
cuatro C
Si ponemos
al/a la cliente siempre en el primer lugar dentro de nuestra organización, es
lógico que comencemos con definir a las cuatro variables del Marketing Mix
desde el punto de vista del/la cliente. Por lo tanto:
PRODUCTO ⇒Características
de Valor para el/la cliente.
PRECIO ⇒ Coste
para el/la cliente
PROMOCIÓN ⇒ Comunicación
al/a la cliente
LUGAR (Place) ⇒ Comodidad/Conveniencia
del/la cliente.
En este sentido, se puede decir
que el comprador desea valor para él/ella, costes totales más bajos,
comunicación más honrada y mayor comodidad.
“EL PLAN DE MARKETING (ETAPA 2: ANÁLISIS ESTRATÉGICO DE LA SITUACIÓN) 3/12”
El plan de marketing debe partir de una investigación
exploratoria dirigida a analizar la situación actual del objeto de análisis,
tanto en lo que se refiere a aspectos internos (análisis interno) como a
aspectos de su entorno (análisis externo). Para organizar correctamente este
proceso de análisis, es recomendable seguir las siguientes etapas:
ETAPA 2ª:
DETERMINACIÓN DE LAS VARIABLES A ANALIZAR.
En esta etapa debemos
reflexionar sobre qué información es relevante para conocer la situación
actual, evolución en los últimos años y
perspectivas de futuro del objeto del plan de marketing. Si no realizamos una
adecuada identificación inicial de las variables que deben ser consideradas y
analizadas, cuando valoremos el resultado final encontraremos problemas como
que la información de la que disponemos es incompleta, alguna información
obtenida no es relevante, la información se presenta de forma incorrecta para
su adecuado análisis o, en el peor de los casos, no disponemos de información
de ciertos aspectos significativos.
En el caso de que los
investigadores no sean expertos en el objeto del plan de marketing (por
ejemplo, porque seamos una consultora y una empresa nos ha contratado para
hacerlo), estas variables se irán identificando conforme se realice una
investigación preliminar para informarse y adquirir un conocimiento suficiente
del objeto de análisis. En todo caso, el listado inicial de variables a
analizar debemos entenderlo como provisional y se irá ampliado según se avance
en las siguientes etapas del proceso.
En el anexo final
proponemos un conjunto ordenado de variables generales que pueden ser
relevantes. Se trata de una aproximación inicial que debe ser ampliada y
adaptada al objeto de análisis de cada plan de marketing, así como debatida entre
los investigadores. Hay que tener presente que la información necesaria va a
variar según nuestro objeto de análisis. Por ejemplo, para realizar un plan de
marketing para una empresa automovilística seguramente sea interesante analizar
la evolución de la tasa de cambio entre el euro y el dólar, pero no lo será
para el caso de un supermercado ubicado en una determinada ciudad.
martes, 28 de abril de 2015
"CURSO DE EXPERTO EN CALIDAD DE SERVICIOS Y ATENCIÓN AL CLIENTE:LOS PRINCIPIOS DE LA CALIDAD TOTAL"
Todas
las empresas deberían planificar un nivel de calidad, presuponiendo que éste es
el que va a satisfacer las necesidades de sus clientes (CALIDAD PREVISTA).
Posteriormente entramos en contacto con el/la cliente, transmitiendo un nivel
de calidad que consideramos el adecuado (CALIDAD SERVIDA). El/la
cliente, a su vez, percibe según su valoración un nivel de calidad (CALIDAD
PERCIBIDA).
Cuando
estas tres calidades coincidan se está consiguiendo la CALIDAD TOTAL, la
que consigue clientes repetitivos y fieles.
El
problema nace al constatar que la calidad que hemos previsto no se corresponde
con la servida y, en muchos casos, con la percibida por los/las clientes que es
la que, en resumidas cuentas, nos debe interesar más.
Vacío de Calidad
Lo
que el/la cliente percibe como calidad, es calidad. Siguiendo con esta línea de
pensamiento, cabe hacernos una pregunta: ¿la calidad se define (Calidad
Prevista) en términos de las expectativas del/la cliente? El lugar donde está
el déficit por parte de la empresa el/la cliente lo percibe como un Vacío de
Calidad.
La
No Calidad o Vacío de Calidad puede verse como una consecuencia de los hechos
en una determinada situación y de los enjuiciamientos respecto a las
circunstancias que se dan en el entorno, ya que ambos factores influirán en las
percepciones de los/las clientes.
Existen
cuatro razones potenciales para que se produzca Vacío de Calidad:
·
Los directivos no saben lo que esperan los/las clientes.
·
No hay compromiso de la directiva para proporcionar lo que los/las
clientes esperan.
·
Hay una actuación variable
en satisfacer las expectativas de los/las clientes.
·
Las expectativas de los/las
clientes son realzadas por las comunicaciones promocionales y la oferta no
llega a la altura de estas expectativas.
Estas
posibles razones para los malentendidos pueden hacer impacto ya sea
individualmente o combinadas.
La No
Calidad nos llevará con toda seguridad a la crisis. Algunos tratan la
crisis como si de un constipado de invierno se tratara. Parece como si una
buena mañana llegáramos a la empresa y preguntásemos: ¿Quién dejó ayer la
ventana abierta? Ha entrado la crisis.
Podemos
pasar en cuestión de horas, del éxito a la crisis y todo ello gracias a la
capacidad que tenemos de auto-engañarnos, que nos lleva a culpar a causas
externas la llegada de la crisis, cuando realmente hay muchas otras causas, las
cuales existen dentro de nuestra organización.
Cuando
formamos parte del personal que no tiene poder de decisión en la empresa,
generalmente nos limitamos a ser meros observadores de la situación.
Pensamos
que la directiva sabrá lo que está haciendo, mientras tanto, las personas que
ocupan estamentos inferiores dentro de la organización con un poco de lógica y
sentido común, quizás tengan la solución a muchos problemas.
Desgraciadamente,
está claro que discrepar de la directiva, en algunos casos, puede parecer de
kamikaze, siendo pocos los que cometen esta osadía ya que está mal visto
discrepar del poder. Es por ello, que cuando llega la crisis casi todos
comentan: “Yo ya lo dije ...” Claro, lo dijeron tan bajo que nadie se enteró.
La
clave está que la empresa sea dirigida mediante una reconversión constante para
evitar la reconversión por crisis.
Es
de vital importancia que nos aseguremos que los vacíos de calidad, sea cual sea
su origen, sean reducidos al mínimo o eliminados. Por lo tanto, en el análisis
final, proporcionar servicio al/a la cliente se reduce a proporcionar calidad.
Por
todo ello, debemos siempre tener presente algunas premisas fundamentales en lo
que respecta al Servicio al/a la cliente a la hora de dirigir nuestro negocio:
·
Calidad es aquello que está en concordancia con las expectativas
de los/las clientes.
·
El/la cliente percibe los errores que cometemos como Vacío de
Calidad.
·
Desde el lugar del/la cliente se percibe de forma distinta la
Calidad, que desde dentro de la empresa.
·
El nivel de exigencia de los/las clientes va aumentando
periódicamente porque, cada vez, pueden escoger dentro de un abanico de ofertas
más amplio.
·
El/la cliente espera el nivel óptimo de Calidad en todos sus
contactos con el personal y las instalaciones.
·
El/la cliente no acepta excusas ni culpables.
·
El/la cliente aceptará algún error, si se le rectifica y
recompensa de forma inmediata con una amabilidad y eficiencia sorprendentes.
·
El/la cliente no entiende de departamentismo. Sólo sabe de los
beneficios que le aportará el paquete global de nuestro producto o servicio.
·
Quien paga nuestros sueldos son los/las clientes satisfechos/as y
repetitivos/as.
·
Sin dedicación y concentración total, no es posible la Calidad a
la primera.
·
Lo primero es el/la cliente y después todo lo demás, sea lo que
sea.
“EL PLAN DE MARKETING (ETAPA 1: DEFINICIÓN DEL OBJETO DE ANÁLISIS) 2/12”
El objeto de análisis de un plan de marketing puede ser muy
diverso:
- Un producto, una marca o una línea de producto concreta de
una empresa (plan de marketing de producto). Puede aplicarse tanto para el caso
de un producto que ya existe en el mercado como para el lanzamiento de un nuevo
producto.
Ejemplo.- El plan de marketing para el lanzamiento del SEAT
Arosa.
- El conjunto de la actividad de marketing de una empresa
(plan de marketing general).
Ejemplo.- El plan de marketing para McDonald´s en España.
- La totalidad de un sector económico, un mercado o un
segmento de mercado (plan de marketing sectorial).
Ejemplo.- El plan de marketing para el sector del calzado
español.
lunes, 27 de abril de 2015
“EL PLAN DE MARKETING 1/12”
El plan de marketing es un documento escrito en el que de
una forma estructurada se definen los objetivos comerciales a conseguir en un
periodo de tiempo determinado y se detallan las estrategias y acciones que se
van a acometer para alcanzarlos en el plazo previsto. Utilizando un símil
cinematográfico, el plan de marketing es el guión de la película, pues permite
saber qué es lo que tiene que hacer y decir cada actor (personal del
departamento de marketing) en cada momento.
Su elaboración no es un trabajo puntual y administrativo, sino que
requiere de un proceso previo de estudio, reflexión y toma de decisiones. En
los siguientes apartados de este documento se describen cada una de las
etapas que hay que seguir hasta llegar a
la elaboración y presentación pública de un plan de marketing.
domingo, 26 de abril de 2015
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