El proceso de planificación estratégica implica que el
equipo decisor adopte un conjunto de decisiones relativas al futuro del objeto
de análisis.
1) Fijación de
objetivos comerciales. En función del diagnóstico de la situación efectuado se
fijarán los objetivos que se desean alcanzar durante el periodo de vigencia del
plan de marketing. Aunque los objetivos comerciales pueden ser muy diversos,
podemos enumerar los siguientes:
a) Objetivos de
venta, los cuales se pueden definir en términos de volumen de negocio
(facturación o ingresos), unidades vendidas y/o cuota de mercado.
b) Objetivos de
rentabilidad comercial, medidos a través de algún ratio que relacione las
ventas con los recursos invertidos.
c) Objetivos
comerciales cualitativos, tales como la notoriedad de marca, la satisfacción
del cliente, la percepción de la calidad, la imagen, etc.
En todo caso, al
enumerar los objetivos se debe tener presente que se debe indicar qué se
quiere, cuánto se quiere y cuando se quiere conseguir. Por ejemplo, una
correcta definición de objetivo sería la siguiente: “deseamos incrementar las
unidades vendidas del producto un 8% respecto de las de 2013 durante los
próximos 3 años”.
2) Determinación de las estrategias comerciales. Se trata de
indicar la forma en que se espera alcanzar los objetivos establecidos en la
fase anterior. Aunque existen múltiples tipos de estrategias, algunas de las
que se deben indicar en el plan son las siguientes:
a) Estrategia de
segmentación, que nos indicará el público objetivo preferente al que nos
dirigimos.
b) Estrategia de posicionamiento, que nos informará de la
imagen que deseamos tener entre nuestro público objetivo en comparación a los
competidores. Se trata, en otras palabras, de determinar qué razón o razones
vamos a alegar para que nuestros clientes potenciales nos prefieran frente a
los competidores.
d) Estrategias de producto y marca.
e) Estrategias de precio.
f) Estrategias de distribución.
g) Estrategias de comunicación.
3) Determinación del programa de acciones. Se trata de
concretar los medios o acciones con las que se alcanzarán los objetivos
establecidos siguiendo las estrategias determinadas en la fase anterior.
Para
definir correctamente una acción hay que dar respuesta a: qué se va a hacer,
cuándo se va a hacer, quién lo va a hacer y cuánto dinero se va a destinar para
hacerlo. El nivel de desagregación de las acciones a desempeñar dependerá del tipo
de plan que se esté elaborando. Si se elabora un plan estratégico (plurianual),
cada acción se define de forma general (por ejemplo, campaña promocional en
televisión), pero si se trata de un plan anual de marketing la acción debe
desagregarse al máximo (en el ejemplo anterior, selección de la agencia
publicitaria, grabación del spot, negociación con las cadenas de televisión,
emisión del spot, etc.).
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